Desde el 18-11-18, más de cien toledanos y visitantes saben que los Cigarrales albergaron las primeras plantaciones de tabaco, que si repites un motivo geométrico puedes abarcar el infinito, que las aves urbanas tienen el cerebro más grande que sus congéneres del campo, que la luz láser se utiliza cada vez más en la recuperación del patrimonio y que en pleno casco histórico de Toledo se conserva una roca con restos de la actividad de un trilobites.

Son algunos de los conocimientos adquiridos por los asistentes a la primera quedada científica que convocamos con motivo de nuestro primer aniversario. Un menú degustación de seis platos y tres horas, servido al alimón por cinco de nuestros más aclamados chefs, que convirtieron una desapacible mañana de domingo en la ocasión para disfrutar de la ciencia en la calle y comprobar que Toledo ofrece mucho cuando se degusta con mirada científica.

Organizados en cinco grupos, los participantes visitaron el Taller del Moro para asistir al a explicación del matemático Jesús Rosado sobre las relaciones entre el álgebra y la geometría con artesonados y mosaicos. También los sótanos del Museo del Greco, donde el investigador del Instituto de Química-Fisica Rocasolano, del CSIC, Mikel Sanz señaló las diferencias entre luz blanca y luz láser y explicó los usos del esta última en la recuperación del patrimonio.

Además, en el mirador del paseo del Tránsito, el ingeniero forestal y doctor en Medio Ambiente Enrique García habló sobre vegetación urbana, especies invasoras, singularidades vegetales y alergias por pólenes, y el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC Juan José Sanz ilustró a los grupos sobre las peculiaridades de las aves que habitan la ciudad y cómo les afecta la contaminación del aire o la lumínica.

Por otra parte, el geólogo Jacinto Alonso convocó a su público en el 31 de la calle de las Bulas para explicar el origen y la formación de una cruziana a partir de la actuación de los trilobites y profundizó en los materiales rocosos del entorno de Toledo, que denominó “ciudad de las tres geologías”.

La quedada, interpretada en lengua de signos por Ana María Manzano gracias al apoyo de la Fundación Soliss, concluyó ante San Juan de los Reyes, donde Juan José Sanz incidió en la representación iconográfica de las aves en los estilos artísticos medievales, abordando tanto su significado como la frecuencia de aparición con ejemplos como el águila, la paloma o el pelícano.