- Ingredientes: grullas, un poco de frío y un amanecer.
- Maridaje: combina estupendamente con el amor por la naturaleza.
- Comentario del chef: el espectáculo bien vale el madrugón.
La grulla es un ave emblemática en muchas partes del mundo. Las tenemos con nosotros apenas 5 meses, pero nos aportan la sensación de viajes temporales y riesgo, por todos los requisitos que necesitan y que están en peligro por nuestras interacciones en su medio. Madrugaremos para verlas levantarse, ir a almorzar, ver sus rastros y ver si podemos conocer la historia de alguna de ellas. Una experiencia muy campera, para que veamos a los pobladores de nuestros campos, animales y personas, y aprendamos a respetarlos y a valorarlos. Y que vea la gente del campo que nos interesa mucho que sigan haciendo las cosas como siempre, para que todo siga igual y nos sigan visitando estas damas de la estepa invernal sureña. Será una única salida en un sábado de noviembre, siempre que la meteorología nos lo permita, con aforo limitado.
Imagen de Tapani Hellman en Pixabay